Actualmente cuando pensamos en Diseño en el mundo digital nos escapamos un poco de la concepción clásica del diseñador gráfico que nos entregaba un flyer, un folleto o alguna otra pieza específica. Hoy una perspectiva completa e ideal se basa en lo que conocemos como diseño centrado en el usuario, comprendiendo todo lo que hace el usuario una vez que conecta con nuestro contenido en cualquiera de sus formatos.
Para desarrollar diseños con foco en la experiencia de usuario intentamos ponernos en la piel de esos usuarios al máximo posible. Por eso es fundamental conocer sus necesidades y deseos.
En el mapa identificamos problemas o puntos de dolor que nos servirán para definir qué es lo que buscan cambiar los usuarios. Enfocados en sus demandas y comportamientos estaremos más cerca de saber cómo resolverlos.
Es el momento de pasar a la acción generando intercambios de ideas entre todos los equipos y profesionales que van a intervenir en la creación del producto o experiencia para los usuarios.
Generamos modelos o bocetos previo a la implementación que nos permiten realizar testeos y evitar lanzar productos digitales con errores o fallas en la usabilidad.
Una de las herramientas que nos da este proceso es el mapa de empatía. Analizando quién es nuestro cliente ideal, qué hace y qué puede sentir podemos lograr una buena experiencia.
El Diseño UX proviene del anglicismo user experience design y remite a una concepción del diseño donde el usuario es el protagonista. La creación visual no deja de ser fundamental pero, parte de la motivación, inspiración de lo que vayamos a diseñar (sitio web, piezas gráficas o audiovisuales) va a tomar la experiencia de nuestro usuario potencial como valor primordial en la definición de las imágenes y funcionalidades que queremos llevar a la práctica.
Respondemos algunas preguntas más comunes para que puedas dedicarle tiempo a tu proyecto. Escribinos, te estamos esperando.
Centrarse en la experiencia del usuario implica un corrimiento en el eje de realidad de muchas empresas que hasta ahora estuvieron ancladas en mayor parte en lo que tenían para comunicar u ofrecer sin tener tan en cuenta qué haría la audiencia o cómo se comportaría frente a lo que estamos enunciando y de la manera que lo hacemos.
Por eso, el diseño UX respeta ciertas metodologías de trabajo y etapas de creación de un producto digital que intentan organizar la perspectiva en los equipos y en la totalidad de las partes que intervienen. Un método que ya lleva varios años marcando este camino es el del Design thinking. Su foco está en reunir y potenciar las ideas del equipo creativo para dar soluciones a las demandas concretas de los usuarios – potenciales clientes. Uno de los pilares de esta metodología es la arquitectura de la información que nos brinda una forma muy prolija de organizar la información que disponemos, la que tenemos que investigar sobre un producto o servicio en cuestión y la disposición-presentación de los datos en los diferentes espacios en que se ubicarán. Estos espacios pueden ser las distintas vías de difusión de un negocio digital o también canales de comunicación interna en una empresa.
Una parte fundamental del Diseño UX son las pruebas de usabilidad ux. Las más conocidas tal vez son las pruebas de usabilidad web o testeos que implican una serie de pasos para saber cómo navegará una persona el sitio que estamos implementando. Se seleccionan una serie de participantes y luego se lleva a cabo un testing para ver si encuentran errores, qué percepción o comentarios les deja la navegación por la página o producto web.
Algunos ejemplos de pruebas o testeos web son las entrevistas y encuestas, los focus groups ó los test A/B donde se presenta lo mismo con algunas variaciones para ver cuál recibe mayor aceptación.
Cuando nos disponemos a elaborar un plan de pruebas de usabilidad necesitamos establecer primero cuáles son los objetivos de estos testeos y cuáles son los recursos con los que contamos para implementarlo. Es decir: si podemos conseguir participantes fácilmente, si debemos hacer grandes convocatorias, los medios por los cuales realizarlas, qué podemos ofrecer (dinero, premios, bonus, etc) a quienes participan. Además, es bueno saber qué herramientas para hacer pruebas de usabilidad existen y qué tipos de pruebas de usabilidad corresponden a cada etapa de nuestra producción. De hecho, la usabilidad debe ponerse a prueba a lo largo de todo el ciclo de vida de un proyecto web no solo en su lanzamiento. Pero por eso debemos comprender cómo hacer pruebas de usabilidad en cada momento según lo que queramos analizar, validar e implementar.
Podemos estar buscando probar funcionalidades específicas de un sitio, tener feedback sobre un diseño en particular, comprobar problemas en la interacción con la plataforma, chequear errores en la carga de contenidos o compatibilidad con navegadores, entre muchas variables más.
